lunes, 13 de febrero de 2012

Ami el niño de las estrellas

Prólogo: Cuando el libro fue publicado por primera vez en 1986, Ami, El Niño de Las Estrellas, escrito por el autor chileno Enrique Barrios, alcanzó éxito inmediato en el mundo de habla hispana. El relato apareció entonces en muchos idiomas más y fue respaldado por expertos en educación en varios países, así como por líderes espirituales como el Papa Juan Pablo II. El libro, el cual cuenta el relato de Pedro, un niño que entabla amistad con seres extraterrestres, fue escrito para niños así como adultos con grandes ideales, sueños y naturaleza amorosa, quienes son capaces de percibir las numerosas maravillas y las fascinantes dimensiones de nuestro propio mundo y de otros. Así, el cuento es recibido por los niños "de cualquier edad o nación en esta redonda y hermosa tierra, los futuros herederos y constructores de una nueva Tierra sin ninguna división entre hermanos". Al relatar el cuento del protagonista y sus compañeros de otros mundos, el autor utiliza las propias experiencias de su niñez con un sentido de contemplación interna, paz y elevación espiritual y una comprensión de la ley universal, mostrando una gran concordancia con las enseñanzas de la Maestra Suprema Ching Hai. Por ejemplo, la narrativa anticipa la visita de extraterrestres, la revelación de secretos cósmicos, una fraternidad interplanetaria y la Era Dorada, y también toca los temas del vegetarianismo entre estos seres, su creencia en Dios, su practica de la meditación y la noción de que todo mundo sumamente evolucionado en el universo está basado en el amor. Otros temas interesantes tratados en el libro son las actitudes de los seres de otros mundos hacia nuestra civilización, la posible destrucción de la Tierra, los niveles espirituales de los distintos planetas y las implicaciones del karma. ¡Incluso se hace mención de una música que requiere una "iniciación" previa para ser disfrutada! Por medio de diálogos entre Pedro y el otro protagonista principal, Ami —quien viaja en una nave espacial—, el autor usa un estilo simple, directo y humorístico para expresar nobles ideales acerca de todas las civilizaciones. Por ejemplo, Pedro muestra un escepticismo inicial debido a sus incorrectas ideas sobre los "marcianos" e, incapaz de contenerse, quiere saber cuándo los extraterrestres van a invadir y colonizar la Tierra. Para su sorpresa, sin embargo, Ami le explica que estas ideas son simples fantasías, porque si un planeta estuviera lleno de personas malas se destruirían entre ellos primero: "Hace mucho tiempo, miles de años atrás, había sobre la Tierra una civilización similar a la tuya. El nivel científico de esa humanidad fue por encima de su nivel de amor. Estando así divididos, lo que pasó era forzoso que sucediera". El libro trata también acerca del hecho de que cualquier civilización que no se base en la compasión y la bondad hacia todos los seres, lo cual incluye un estilo de vida vegetariano, no alcanzará gran desarrollo. Por ejemplo, mientras él y Pedro viajaban una noche por el espacio exterior, Ami usa una cámara especial para ver el interior de la casa de Pedro, y ve un plato de comida que la abuela de Pedro había preparado para él, ¡y se queda sorprendido de ver un pedazo de carne! "¡Aj!", gritó Ami, sintiendo mucho asco. "¡Cómo puedes comer un cadáver!" Después de ver la situación desde este punto de vista, Pedro no pudo comer la carne cuando regresó a casa esa noche. Otro tema tocado es las creencias acerca de Dios de los extraterrestres. Mientras que Pedro se imagina a Dios como un viejo señor que usa barba y túnica, su amigo intergaláctico Ami le explica: "Dios no tiene apariencia humana, no tiene forma en absoluto y no es una persona como tú o yo. Es un Ser infinito, pura energía creadora... puro amor". Además de la noción extraterrestre de Dios, se menciona su practica espiritual. El libro dice que los seres de otros mundos meditan en Dios y también en Amor. De hecho, en el planeta de Ami el nombre para Dios es "Amor"; es decir, los conceptos de Dios y amor son expresados usando el mismo termino. Como afirma Ami, "Estas personas tienen alrededor de mil medidas [de nivel espiritual], pero se concentran en el amor para alcanzar más de dos mil... Existen otros mundos a los cuales ni tú ni yo podemos llegar por el momento. Ahí residen seres que sobrepasan las diez mil medidas: Los seres solares - son casi puro amor". Es sus viajes, Ami y Pedro también descubren la ley más fundamental del Universo; a saber, que todo mundo sumamente evolucionado en el Universo está organizado sobre la base del amor. Citando nuevamente a Ami, "La evolución significa acercarnos al amor, los seres más altamente desarrollados experimentan y transmiten más amor. La verdadera grandeza y pequeñez de todo ser es solamente determinada por la medida de su amor. Si entienden que el amor es la ley universal y si se unen juntos como familia, sin fronteras, y si se organizan de acuerdo al amor, lograran sobrevivir". Finalmente, Ami, el Niño de Las Estrellas, incluso conversa acerca de las implicanciones del karma: "Las violaciones al amor son pagadas de muchas formas. Cuando ves el sufrimiento en varios lugares - los que sufren accidentes, quienes pierden a sus seres queridos, “mala suerte” y tantas cosas - esa es la forma en la que pagamos las violaciones al amor. Y hay muchas otras formas más". Así que, ¿cómo puede saber uno si está progresando espiritualmente? "Cuanto más evolucionado seas, más serás como un niño", le explica Ami a Pedro. "En estos mundos tenemos muchos lugares como éste. Un alma adulta es también el alma de un niño. Necesitamos jugar, necesitamos fantasía, creación. Y no existe juego, fantasía o creación más grandiosa que el Universo, cuyo Creador es el amor". Estos son apenas algunos de los puntos en común entre el mensaje del fascinante cuento de Enrique Barrios y las enseñanzas de la Maestra Suprema Ching Hai, ¡Imaginémonos yendo de paseo alrededor del Universo en una rápida nave espacial en la compañía de la Maestra, la más experta de todos los instructores! Los practicantes Quan Yin somos verdaderamente afortunados de ser iniciados por Ella, para volver a nacer, conservar la inocencia de un niño, evolucionar en el amor y tener la oportunidad de ayudar al planeta entero a recordar el sendero que nos guía a una Era Dorada de paz, de crecimiento espiritual y de comprensión de nuestro Universo a través de Sus enseñanzas y a través de libros como Ami, El Niño de Las Estrellas.

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