En palabras de Mantak Chia:
''El Tai Chi es una práctica encaminada a comprender y percibirnos como niños, eliminando la rigidez y la tensión y nos permite aprender a movernos en forma libre y natural, con todo nuestro cuerpo integrado estructural y energéticamente.''
Un observador externo sólo verá una serie de lentos movimientos físicos, sin embargo lo esencial -y lo que hace del Tai Chi una forma eficaz de re-encontrar el ''bien-estar bio-psico-social''-, es el trabajo interno que paulatinamente comienza a desarrollarse a través de su práctica regular. La consecuencia, no inmediata, pero cuando comienza, sostenida en el tiempo, es la adopción de hábitos de vida más saludables.
Una de las razones más poderosas para fomentar esta actividad es que: ''este arte no exige ningún esfuerzo extenuante y puede practicarse sin peligro hasta edades avanzadas.''
Objetivo y Beneficios
Como objetivo fundamental el Tai Chi busca a través del trabajo físico, mental y espiritual, reencontrar el equilibrio perdido mejorando la postura, eliminando la rigidez física o mental y favoreciendo el flujo de energía; todo lo cual conduce inevitablemente a percibir sus beneficios en forma de un sentimiento de bienestar global que repercute directamente en la calidad de vida de aquellos que padecen enfermedades crónicas, y puede eliminar dolores articulares y musculares tan frecuentes como lumbociatalgias, cervicalgias, gonalgias, etc., motivos de consulta muy frecuentes en los servicios de emergencia y causa importante de ausentismo laboral.
El mejoramiento de la postura, uno de los beneficios más importantes que produce el Tai Chi, trae consigo repercusiones físicas positivas y este hecho ''se refleja de inmediato en una mejor estructura mental y emocional'', señala Mantak Chia.
Continua diciendo:
''El Tai Chi beneficia al tejido conjuntivo, a los tendones y los músculos y favorece la circulación''
''La ventaja de desarrollar tendones poderosos es que la musculatura puede estar más relajada mientras está en movimiento. Si los músculos se relajan, el tejido conjuntivo puede transportar impulsos eléctricos y sangre con mayor eficiencia. En el Tai Chi aprendemos a movernos en un estado de relajación muscular, permitiendo que los tendones y la fuerza vital proporcionen la fortaleza ''interior''.
Otro beneficio importantísimo de la práctica del Tai Chi, es que re-aprendemos a respirar para lograr una respiración tranquila, uniforme y rítmica, con la correspondiente serenidad mental y emocional que esta evoca.
Alcanza recordar el tipo de respiración que tiene una persona estresada y ansiosa, -que suele ser rápida, superficial e irregular-, para darse cuenta que hay una relación directa entre la frecuencia respiratoria y la cardíaca y entre ésta y la presión arterial. De ahí a las consecuencias que el aumento sostenido de todas ellas puede traer, hay sólo un paso.
Por lo tanto a través del entrenamiento sostenido de la respiración abdominal, que se logra con la practica regular del Tai Chi, es fácil comprender como dice Chia qu:
''El equilibrio emocional se recupera con facilidad gracias al efecto calmante de aquélla tiene sobre la mente''.
''La respiración abdominal también favorece la circulación sanguínea, ya que cuando el diafragma se mueve libremente hacia arriba y hacia abajo durante la respiración, su movimiento aumenta y disminuye la presión en la parte inferior de la cavidad abdominal, a través de la cual transcurren la aorta y la cava.''
''Asimismo, la suave acción de masaje generada por la respiración abdominal con frecuencia alivia el estreñimiento provocado por la tensión en el abdomen.''
Una practica para el Aqui y Ahora
Para realizar dicho objetivo una de sus principales herramienta es el Aquí y Ahora.
Nuestro cuerpo siempre está en el Aquí y Ahora, está anclado al Presente y no tiene manera de escapar. En cambio nuestra ''cabeza'', no siempre está en el mismo espacio y tiempo que nuestro cuerpo, al punto que muchas veces esta fragmentación resulta fatal.
La mayor parte del tiempo, nuestra mente vaga por cualquier lugar y tiempo, menos en el único sobre el que sí tenemos alguna posibilidad de hacer algo al respecto. Otros buscan huir de un presente que los agobia y logran esa ilusión a través del alcohol, las drogas y tantas otras formas de rehuir la Responsabilidad que el Presente nos impone.
Vagando por el pasado, -sobre el que no tenemos ninguna chance de cambiar nada en absoluto-, o volando al futuro para pre-ocuparnos demasiado -y sobre el que tampoco tenemos el más mínimo control-, nos perdemos el instante más precioso de todos: éste, el único en el que puedo Actuar a Conciencia para cambiar cualquier cosa que merezca la pena cambiar.
No se trata de descartar las enseñanzas del pasado, ni de la importancia de hacer planes para el futuro, de lo que hablamos es de angustia y la parálisis que el pasado o el futuro genera en muchas personas.
Desarrollar nuestra capacidad de estar Presentes, no es una cuestión filosófica, es una cuestión Vital, alcanza recordar los miles de peatones o conductores muertos que se cobra el tráfico cada día.
La práctica del Tai Chi y el Chi Kung enfatiza la utilización de esa Fascinante Capacidad que tiene el Ser Humano de Prestar Atención para así desarrollar efectivamente la Presencia.
Prestar Atención es sinónimo de estar Consciente, y así comenzamos a Darnos Cuenta: de nuestra postura, del Equilibrio, de la respiración, de las señales que envía el cuerpo en forma de tensión, dolor o malestar, del movimiento, de las sensaciones, de las emociones, y muchas otras cosas que la Atención nos lleva a descubrir, dándonos al mismo tiempo la posibilidad de corregir algo que nos pueda hacer sentir mejor.
Practicar TAI CHI y CHI KUNG bajo estas premisas, conduce irremediablemente al Arte de Vivir Centrado.
La decisión de cambiar está en ti. ¿Qué decides?.
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